El dolor de las lesiones de menisco se focaliza en la parte interna o externa de la articulación de las rodillas. La sensación que nos pone en sobre alerta de que algo no va bien, suele ser un bloqueo en la rodilla, un sonido de chasquido o una inestabilidad en la pisada.
Las lesiones del menisco pueden deberse a causas traumáticas, lo que quiere decir que son ocasionadas en individuos jóvenes y activos, por medio de un giro brusco o traumatismo de la zona.
O también puede deberse a causas degenerativas, que ocurre prioritariamente con el paso del tiempo y el envejecimiento de las rodillas. Esto ocurre debido a que existe una pérdida de elasticidad en la zona del menisco y como consecuencia, se somete a mayor carga de la que puede soportar, haciendo así una degeneración en el cartílago y promoviendo el desgaste de la rodilla.
Para las lesiones de menisco es aconsejable tratar la inflamación ocasionada con frío, comprimir la zona, tomar algún antiinflamatorio y evitar los movimientos bruscos.
Cabe destacar que los ejercicios de tonificación ayudan a recuperar el menisco y a no perder el músculo presente.
Seguro que has escuchado alguna vez hablar de lesiones de meniscos, ya sea porque te ha ocurrido a ti o alguna persona de tu entorno, pero… ¿te suena el menisco discoideo?
No te pierdas el artículo del blog del mes que viene para saber de qué se trata, ¡te esperamos!